Separación legal en Bilbao
La separación matrimonial legal es otra de las formas que existen de poner fin a la convivencia en pareja. Se solicita a un juez que a través de sentencia pone fin a la convivencia pero el matrimonio se conserva separándose los patrimonios de los cónyuges.
Para muchos matrimonios la separación legal es la antesala al divorcio, donde se permite vivir como personas conservando el vínculo matrimonial, pero sin responsabilidad marital.
En muchas de las ocasiones las separaciones son solicitadas por parejas que ya no desean vivir juntas pero que desean conservar las ventajas que brinda el matrimonio como son: los beneficios fiscales, ventajas en las pensiones de jubilación, derechos financieros, entre otras.
Si por diferentes motivos desea optar por la separación legal no olvide que se trata de un procedimiento que cuenta con sus propias reglas y pasos a cumplir.
Contacte con un buen abogado de familia, como los que encontrará en nuestro despacho ubicado en Bilbao, que le informe y asesore de manera individualizada para la obtención del mejor resultado.
Diferencias entre separación y divorcio
Ante una crisis matrimonial, la ruptura de la pareja puede dar lugar a varias situaciones y cada una con diferentes efectos legales.
Divorcio: La pareja pone fin a su vida matrimonial quedando extinguido o disuelto el vínculo matrimonial.
Separación: La pareja pone fin a su vida en pareja pero el vínculo matrimonial no se disuelve sino que se mantiene.
Diferentes tipos de separaciones
La ventaja que tiene la separación legal es que ambos miembros de la pareja podrán volver a convivir juntos y reanudar su matrimonio con el simple hecho de ponerlo en conocimiento del Juez. De esta forma se vuelve a la situación original y no hace falta casarse de nuevo.
Existen 2 tipos de separaciones:
Separación de hecho
Separación legal
SEPARACIÓN DE HECHO
La separación de hecho da lugar al cese en la convivencia matrimonial a voluntad de uno o ambos cónyuges, pero sin formalizar la situación a través de un procedimiento legal o ante alguna autoridad de la Administración de Justicia, ya sea un Juez, Letrado de la Administración de Justicia o Notario.
Este tipo de separación donde los cónyuges deciden vivir por separado, tiene implicaciones legales, económicas y personales a considerar de manera muy cuidadosa.
Las partes involucradas pueden pactar de manera voluntaria cuestiones como el cuidado de los hijos, pensión alimenticia, uso de la vivienda familiar. Estos acuerdos no tienen igual fuerza que los pactados por un juez.
Si las obligaciones económicas, o custodia de los hijos no se regulan de manera adecuada pueden dar lugar a conflictos y desacuerdos que lleven a futuros enfrentamientos.
La separación de hecho implica el cumplimiento de una serie de cuestiones legales:
Obligaciones económicas: Ambos cónyuges están obligados a cumplir con los deberes de ayuda mutua, cuidado de los hijos, sostenimiento del hogar. En el caso de incumplimiento por una de las partes puede reclamarse una pensión alimenticia o el cumplimiento de las obligaciones.
Ante la falta de entendimiento con respecto a la custodia de los hijos, cualquiera de los 2 cónyuges puede solicitar medidas sobre la custodia, visitas y manutención de los menores.
La separación de hecho no pone fin a la sociedad de gananciales, por lo que las deudas y bienes adquiridos durante la separación seguirán considerándose comunes.
La pareja sigue teniendo derechos hereditarios entre sí a pesar de la separación, quedando excluidos estos derechos en el momento que se produzca un divorcio o separación judicial.
Si la separación de hecho se prolonga en el tiempo, se aconseja optar por la separación judicial o bien el divorcio.
En la separación de hecho es importante dialogar y llegar a acuerdos consensuados sobre el uso de la vivienda, custodia y manutención de los menores.
Aunque no tiene la misma fuerza legal que una resolución judicial se aconseja formalizar los acuerdos en un documento privado, escrito y firmado que pueda servir como prueba en caso de conflictos.
Entre las ventajas de la separación de hecho:
Permite a los cónyuges decidir libremente sin necesidad de pasar un proceso judicial.
Los costos asociados son menores que una separación judicial o divorcio ya que no existe procedimiento legal.
Opción perfecta para aquellas parejas que inicialmente no desean formalizar su ruptura y necesitan darse un tiempo.
La separación de hecho también tiene sus desventajas:
Cualquier desacuerdo entre los cónyuges, al no estar regulada jurídicamente puede dar lugar a conflictos de difícil solución sin recurrir a los tribunales.
Si uno está casado en régimen de gananciales todos los bienes conseguidos durante este periodo siguen siendo comunes.
Un cónyuge separado de hecho sigue siendo heredero legal lo que en caso de fallecimiento puede dar lugar a disputas.
Si necesita más información o asesoramiento legal no dude en contactar con nuestro despacho de abogados en derecho de familia en Bilbao.
SEPARACIÓN LEGAL
La separación legal es el procedimiento judicial por el que la pareja decide vivir por separado anunciando el cese de la convivencia ante el tribunal.
Es un procedimiento más rápido que el divorcio aunque es importante analizar cada caso de manera personalizada.
La separación legal es perfectamente válida aunque se tengan hijos. Lo que se hará es tomar una serie de medidas respecto a ellos (custodia, pensión de alimentos, etc.) las cuales vendrán debidamente recogidas en el Convenio Regulador.
A diferencia del divorcio, en la separación legal no se disuelve el vínculo matrimonial por lo que los cónyuges aunque dejen de convivir juntos permanecen casados. Por ello para muchos matrimonios puede ser un periodo de transición antes de tomar una decisión definitiva.
La separación legal puede hacerse por mutuo acuerdo donde ambos cónyuges deciden separarse y presentan una solicitud conjunta ante el juez, o bien de manera contenciosa cuyo trámite puede alargase en el tiempo.
Entre las principales características de la separación legal destacamos:
Requiere una intervención judicial, siendo el juez quien dicte sentencia regulando la nueva situación.
Puesto que el vínculo del matrimonio sigue vigente los cónyuges no pueden volver a contraer matrimonio.
La sentencia establece el cese de la convivencia en común y regula una serie de derechos y obligaciones durante el periodo de separación.
Para solicitar la separación no es preciso justificar motivo específico, aunque si que es preciso que hayan transcurrido un mínimo de 3 meses desde la celebración del matrimonio a excepción de casos de violencia doméstica o exista riesgo para los cónyuges o alguno de los hijos.
En su solicitud será preciso presentar el certificado de matrimonio, certificado de los hijos (si los hay) y propuesta del convenio regulador (si se trata de una separación de mutuo acuerdo).
En dicho convenio regulador, que deberá de ser aprobado por el juez, quedarán reflejados los términos de la separación: custodia y régimen de visitas de los menores, uso de la vivienda familiar, pensión alimenticia….
Mientras el matrimonio esté separado legalmente la pareja no puede contraer matrimonio, de ahí que si alguno de los cónyuges desea iniciar una relación y casarse primeramente debe solicitar y obtener una sentencia de divorcio.
La separación legal es un procedimiento que ofrece protección legal tanto a la pareja como a los hijos. Se considera como un paso intermedio antes de la solicitud de divorcio o una solución definitiva para aquellas personas que por diversas razones ya sean económicas, religiosa, personales prefieren conservar su vínculo matrimonial.
Si necesitas más información o asesoramiento sobre como actuar y proceder ante una separación legal o divorcio, no dudes contactar con nuestro despacho de abogados de familia en Bilbao donde le ayudaremos a comprender los requisitos y pasos necesarios a dar.